En la petanca, como en muchos deportes, la mente es una herramienta tan decisiva como la técnica. La psicología petanquera no es ningún invento moderno: todo jugador veterano sabe que un tiro puede depender más del temple que de la muñeca.
Durante una partida, la presión se manifiesta de muchas formas: un mal tiro del compañero, una desventaja en el marcador, o simplemente el murmullo del público.
¿La clave? Mantener la concentración y no dejarse arrastrar por la emoción del momento. La calma es un arma silenciosa.
La concentración, la calma y el carácter en la cancha
Un buen petanquero sabe también adaptarse mentalmente. ¿Tu equipo va ganando? Evita el exceso de confianza. ¿Vas perdiendo? No te bloquees. La resiliencia psicológica —esa capacidad de recomponerse tras un mal tiro— es lo que separa a los grandes de los que solo tiran bien en el entrenamiento.
Y por supuesto, está la lectura del adversario. A veces, un gesto de duda o una pausa prolongada dice más que una jugada. En petanca, como en el ajedrez, la mente también juega su partida.
¿Juegas con cabeza?
En La Cesta de la Petanca no solo te ofrecemos el mejor material, también te inspiramos a mejorar tu juego interior. La próxima vez que tires, piensa: ¿juegas con cabeza
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